En 2015, Arkaitz descubrió el pádel y se apasionó por este deporte. Lo que comenzó como una broma con amigos sobre abrir un club pronto se convirtió en un proyecto real. Junto a Ander, dio los primeros pasos para hacerlo posible.
Tras una búsqueda exhaustiva, encontraron el lugar ideal y decidieron construir diez pistas. Fue entonces cuando Borja se unió al equipo, consolidando un proyecto lleno de ilusión y compromiso.
Hoy, el club es mucho más que un espacio deportivo: es una comunidad que fomenta amistades, crea experiencias inolvidables y celebra la pasión por el pádel. Agradecemos a todos los que nos han acompañado en este camino.
¡El futuro es brillante y lleno de oportunidades! 🎾